El domingo pasado salimos a caminar con una familia con muchas ganas de practicar inglés. El día estaba dudoso, pero nos arriesgamos y mereció la pena.
En esta ocasión elegimos la Ruta de la Cascada del Xiblu por el Hayedo de Montegrande, muy recomendable y perfectamente acondicionada para ir con niños, como era nuestro caso.
Las dos “angloparlantes” de la familia eran Chus y Sira, madre e hija.
Chus es profesora de inglés en un colegio rural agrupado de una pequeña población cerca de Avilés y su motivación es tan grande que le habla en inglés a Sira desde los tres años. Ahora tiene cinco y es impresionante oírla hablar…, utiliza expresiones que probablemente un nativo angloparlante de su edad aún no conozca y su pronunciación es, simplemente, perfecta. Su madre dice que es por los dibujos, que sólo ve en inglés desde que nació.
Alguien puede pensar que es un poco extraño que madre e hija se comuniquen en un idioma distinto a su lengua materna, que la relación no puede ser igual, pero la complicidad entre Chus y Sira era totalmente palpable….cantaban, jugaban a adivinanzas, se reían la una con la otra… era una maravilla verlas juntas.
Otro ejemplo más de que la inmersión en inglés, en este caso en casa, puede dar resultados increíbles, hacer que nos sintamos tan cómodos con el idioma que podamos ser nosotros mismos y lleguemos a pensar en inglés.
Pero además, el hecho de que Chus disfrute hablando en inglés y se lo transmita tan bien a su hija, hace que ella vea lo divertido que es y se sienta acompañada en el aprendizaje. Para ella es un juego.
¡Enhorabuena Chus! Espero poder hacerlo igual de bien con mi hijo Ethan, que tiene casi dos añitos y se supone que algún día será bilingüe pero ya veremos… de momento con “mamá”, “papá” y su gran repertorio de sonidos le basta para hacerse entender.
Sea lo que sea, lo que sí espero es que tenga la suerte de tener profesores con tanta vocación como tú, es en lo que confiamos todos los padres.
Gracias por tu dulzura Sira y por hacernos reír todo el camino, ¡hasta pronto!